Euskadi.eus

Remarcamos la necesidad de seguir trabajando en la tarea de consolidar la transformación social y la aportación de Euskadi al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, así como la promoción e impulso de los intereses vascos en el mundo, además de proyectar la imagen de Euskadi-Basque Country en el exterior y desarrollar una gestión responsable y eficiente de los recursos públicos.

Así mismo, manifestamos nuestra voluntad de defender el autogobierno y el cumplimiento íntegro del Estatuto de Gernika.

La proyección exterior de Euskadi requiere de una estrategia clara y definida, esfuerzos públicos y privados y una marca de País, Euskadi - Basque Country, asentada en valores y fortalezas propios. Esta proyección exterior tiene a Europa como marco de referencia prioritario.
En cuanto al ámbito transfronterizo, se apuesta por consolidar y profundizar las relaciones con la Communauté d´Agglomération du Pays Basque, Iparralde, y potenciar la eurorregión “Euskadi-Aquitania-Navarra”, para configurar un espacio de liderazgo y de impulso en el eje atlántico europeo.
Siendo Euskadi un pueblo marcado por la emigración, el compromiso es continuar estrechando lazos con la diáspora vasca para articular una verdadera comunidad global que aglutine tanto a la diáspora tradicional como a la nueva emigración vasca. Por último, la agenda vasca en el exterior ha de estar estrechamente ligada con la agenda 2030 de las Naciones Unidas que es totalmente compartida.

En las dos últimas décadas se han producido cambios de paradigma que apuntan a una transición ecológica, una transición digital y también a una transición social. Desde 2008, esta perspectiva se vió, además, atravesada por una profunda crisis económica y financiera que acentuó la necesidad de estas transformaciones.

En 2015, las Naciones Unidas aprobaron la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

En 2020 hemos sufrido las consecuencias del virus de la Covid 19. Una pandemia que ha globalizado una crisis sanitaria, económica y social de consecuencias y evolución, todavía, difícilmente predecibles.

Estos tres hitos configuran una realidad compleja que implica la necesidad de dinamizar y coordinar dentro y desde del Gobierno Vasco las estrategias y actuaciones de tres procesos entrelazados y relacionados con las transformaciones sociales que más nos afectan:

- la atención e impulso a las principales transiciones sociales, en nuestro caso y de modo específico el reto demográfico y el desarrollo del Pacto Social Vasco para la Migración;
- la actualización del Plan Bizi Berri para la adaptación de hábitos sociales a la evolución de la pandemia de la Covid 19 y a sus consecuencias;
- y la coordinación e impulso de la Agenda 2030 en Euskadi y de un programa de prioridades vinculadoa la misma.
El autogobierno es sinónimo de mayor bienestar para el conjunto de la ciudadanía. El autogobierno, su defensa y la reclamación de las competencias pendientes constituyen pilares fundamentales para afrontar la actualización del pacto estatutario, sobre la base de los trabajos realizados por la ponencia parlamentaria de autogobierno en la pasada legislatura.
Sobre estos principios, se reafirma el compromiso para ampliar y mejorar el autogobierno de Euskadi en base a los siguientes compromisos: ampliar el desarrollo legislativo del autogobierno alcanzado, “el autogobierno hacia adentro”; defender el autogobierno alcanzado utilizando de forma efectiva los mecanismos políticos, jurídicos e institucionales vigentes; fortalecer y desarrollar el autogobierno económico, financiero de Euskadi y trabajar por el cumplimiento de los compromisos políticos e institucionales asumidos para completar el autogobierno reconocido en el Estatuto de Gernika, conforme al cronograma de las posibles negociaciones en relación con los traspasos solicitados por el Gobierno de la Comunidad Autónoma del País Vasco y sus posibles actualizaciones acordadas.

Más allá de la mera modernización es preciso acometer una nueva etapa que impulse el rediseño de la administración para responder mejor a las nuevas demandas y exigencias de los ciudadanos y ciudadanas. Este rediseño se sustenta en cuatro pilares que configuran una nueva administración vasca: una administración cercana, sencilla y eficiente, que evite duplicidades; una administración abierta y trasparente, que rinde cuentas en tiempo real; una administración renovada y digital, con recursos humanos consolidados y formados y una administración que gestiona de forma responsable los recursos públicos.

Es necesario preservar un sistema tributario equitativo, progresivo y suficiente que garantice los principios de confianza, estabilidad y seguridad jurídica en materia fiscal y económico-financiera, así como un óptimo equilibrio entre los ingresos y gastos públicos, combinando el rigor económico y presupuestario con la garantía de los servicios públicos esenciales y las necesarias medidas de recuperación económica tras la crisis sanitaria y económica generada por la COVID-19.